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Concurso nacional Parque urbano Colonia Caroya – Segundo premio

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Ubicación: Córdoba, Argentina
Año: 2017
Autores: Arq. Cristián Nanzer, Arq. Iván Castañeda, Arq. Juan Salassa, Arq. Santiago Tissot
Colaboradores: Arq. Fernando Neyra

MEMORIA DESCRIPTIVA
TIERRAS CUADRICULADAS, SENDEROS CIRCULARES
Dos órdenes geométricos en contraposición y diálogo dan forma, tensión y dimensión espacial al parque, la grilla ortogonal propia de la historia urbana de la conquista y luego de la subdivisión de las tierras para la producción agrícola por parte de las corrientes migratorias, en contraposición con la geometría propia de los programas, usos, posibilidades e indeterminaciones propias de un parque contemporáneo. Un parque contemporáneo para Colonia Caroya, que vincule la memoria del orden ortogonal con que la Ley Avellaneda concibió a las colonias rurales en el siglo XIX y las geometrías azarosas que emergen de explorar la multiplicidad de programas que dan sentido y vida a la reunión pública y comunitaria, en un escenario dinámico de naturaleza antropizada, naturaleza modelada culturalmente entre la referencia histórica que le dio cabida y las posibilidades abiertas que deja entrever el porvenir.

Es así que se propone para el nuevo Parque Urbano de Colonia Caroya, un proyecto que sintetice escalas, tiempos y sentidos, que ponga de relieve la dimensión espacial e histórica de la subdivisión de la tierra, que a partir de la Ley Avellaneda propició la aparición de innumerables Colonias Rurales que albergaron y trabajaron las distintas corrientes de inmigrantes, por caso la Colonia de Friulanos de Caroya, junto con la idea contemporánea de cohesión y equidad social que el espacio público desempeña en la conformación de la ciudad y la formación de ciudadanía.

LA RUINA DEJA DE SER ARQUITECTURA Y PASA A SER NATURALEZA
Si toda arquitectura tiene vocación de ruina y es a través de esta condición que se vuelve naturaleza, las ruinas de la Casa Guyón expresan el espíritu del parque propuesto, cualquier intervención que opere sobre una hipotética reconstrucción de la casa original, creemos, destruiría la innegable comunión e influjo que la casa deshabitada ejerce sobre el espacio abierto, abandonada a la colonización de la naturaleza silvestre y depositaria de las historias apócrifas que se tejen por su estructura fantasmática, basadas en la proyección del deseo o el temor, por ende reconstruir, en estos casos implica destruir la identidad sostenida por la memoria colectiva y hasta individual de la población, la ruina es un espejo de las fantasías de cada quién y cuenta muchas historias para el que quiera oir.

Por tal razón, se propone un pabellón liviano de planta cuadrada, que da servicios y enmarca los restos murarios de la Casa Guyón. El pabellón se eleva 1.10m sobre el cero del terreno. compartiendo el nivel original del piso de la casa, conforma una galería circundante donde se ubica un bar, su expansión, sanitarios, una sala de exposiciones, el Centro de Interpretación de Colonia Caroya y la Casa Guyón, espacios para talleres culturales y una librería y tienda de souvenirs. Destinando las habitaciones en ruinas de la casa para exposición de esculturas e instalaciones al aire libre. Se ubica en el patio original de la casa el volumen destinado al S.U.M., con acceso desde el parque o desde la misma casa, adaptando la vieja galería como espacio cerrado que oficie de foyer a la sala y a su vez se comunica con habitaciones próximas que se destinan para alojar unos pequeños camerinos para eventuales presentaciones teatrales o espectáculos de pequeña escala y un anexo complementario al S.U.M., para reuniones o talleres.

MONUMENTO NATURAL
La avenida de 13 km de plátanos, constituye un acto de amor al futuro realizado por los colonos originarios de Caroya, un monumento comunitario que trasciende necesariamente a la vida de los que los concibieron, un legado para la heredad de los habitantes que vendrán.

El parque se pone en función de un diálogo con esa obra, a partir de dos grandes ejes, una rambla perpendicular a la avenida San Martín, flanqueada con jacarandás y una calle de uso vehicular restringido paralela a la calle principal de la población, con talas, dos especies de árboles propios de la región. El resto de todas las especies que componen la propuesta, son árboles y plantas propios de los ecosistemas que integran la Provincia de Córdoba.

TORRE MIRADOR
Desde una de las habitaciones en ruinas de la casa, dentro del circuito de esculturas, emerge una torre mirador que se levanta entre las copas de los árboles, para contemplar desde la altura la avenida San Martin y su túnel de plátanos, como así también todo el Parque propuesto.

PROGRAMAS Y USOS: ACCIONES Y CONTEMPLACIONES
Los recorridos y circuitos van articulando plazas dentro del parque, espacios contenidos, determinados por algún uso específico, que median escalarmente con la totalidad, es así que se organizan la Plaza de Juegos Didácticos para niños, la Plaza del Ajedrez, la Plaza para el entrenamiento físico, la que tiene una palestra contra la medianera sur, la Plaza Gastronómica como expansión del bar y cafetería en el área del playón deportivo, la Plaza del agua, que oficia de espejo vinculado con el recorrido de la acequia y laguna de retardo para las lluvias torrenciales, la Plaza de los rociadores de agua, como juego de verano en cercanías del skatepark y el playón deportivo. Todos estos espacios generan nodos y tensiones que dinamizan los diversos sectores del predio, sumado a los programas culturales y de ocio que ofrece el pabellón de la Casona Guyón.

La propuesta tiende a la integración ciudadana, otorgando espacios signados por actividades explícitas: culturales, de ocio, recreativas, deportivas, lúdicas, contemplativas, como así también espacios indeterminados liberados a la imaginación de los usuarios. El parque es tanto para el colectivo como para el individuo, para la integración con los otros, para todo tipo de edades, para las 24 horas, para la práctica de la tolerancia y la libertad de los ciudadanos, para la acción y también para la contemplación, de los otros, de lo que fue, de lo que podrá ser y de la dinámica de la naturaleza aconteciendo. Los caminos del parque propuesto permiten encontrarse con los demás y verse reflejado en los demás, la única forma de prevalecer en la construcción de una identidad común.