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Concurso nacional de anteproyectos “Polo educativo María Elena Walsh” – 1era mención

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Ubicación: Buenos Aires, Argentina
Año: 2016
Autores: Arq. Cristián Nanzer, Arq. Emiliano Barbeito, Arq. Iván Castañeda, Arq. Candelaria Parra, Arq. Juan Salassa, Arq. Santiago Tissot, Arq. Francisco Vannini

MEMORIA DESCRIPTIVA
Una plaza abierta con dos edificios
Concepto
Se concibe el Polo Educativo María Elena Walsh, a partir de una plaza pública que se ofrece al barrio para su apropiación y dos edificios que la definen y enmarcan, la torre del Ministerio de Educación de la Ciudad y las tres escuelas en un edificio único (inicial, primaria y para adultos).

De la tensión dialogal de estos dos edificios surge el espacio público que articula el Polo Educativo con el Barrio 31, la plaza es abierta para la libre apropiación de los vecinos, la Torre del Ministerio, como pieza de gran escala, oficia de referencia urbana, la escuela se constituye en portal público de la plaza.

Para ambos edificios se eligen tipologías que posibiliten la superposición vertical del programa solicitado, permitiendo así liberar la mayor cantidad de espacio público en el nivel 0, la Torre para alojar el Ministerio de Educación y una escuela de crecimiento vertical que libera la mitad de su planta baja para dar cabida a un atrio urbano semicubierto, como antesala de la escuela y como ingreso a la plaza. Toda la superficie de planta baja de la escuela, cubierta y semicubierta, pueden integrarse para ocasiones especiales y propiciar actividades comunitarias.

Contexto / Materialidad
De la lectura del contexto, del tejido azaroso característico del barrio 31, de sus geometrías simples y cúbicas y de su materialidad de ladrillo cerámico descarnado, es que surge la idea de que los dos edificios propuestos, asuman la escala institucional a partir de una geometría cúbica equivalente, de materialidad austera, estructura independiente de hormigón visto y pieles de ladrillo con diversas cribas, más abiertas y más cerradas según las orientaciones. Una geometría simple, de escala institucional pero inspirada en el tejido urbano colindante, con una materialidad que revele la calidad artesanal de los buenos constructores del barrio 31, que se perciba en todos sus acabados y escalas, la idea del edificio “hecho a mano”.

Los cuerpos contundentes del Ministerio y la Escuela, al estar delimitados por estas pieles tejidas en ladrillo, ceden su masa y se diluyen en función de las variaciones de la luz del día, convirtiéndose en lámparas de escala urbana cuando por la noche se iluminan en su interior. La relación gradual entre el adentro y el afuera se trabaja desde lo funcional hasta lo perceptual en las dos construcciones.

Estructura
Toda la estructura, de los dos edificios y la plaza, en cuyo subsuelo se aloja el estacionamiento, queda determinada por una grilla estructural de 8mx8m, de hormigón armado a la vista, esta matriz ordena todo el proyecto, otorgándole la posibilidad de sistematización de los procesos constructivos. En el caso de la torre y para liberar luces de apoyo, se utilizan columnas en “V”, las que luego del basamento, toman por cada una, dos columnas del tramo del fuste.

La escuela
Si bien la escuela constituye el edificio de menor escala, desde el punto de vista simbólico y de apropiación barrial, es de máxima relevancia, razón por la cual se le otorgó autonomía absoluta del programa del ministerio y se la localizó equidistante de este, en un punto estratégico a nivel barrial, como lo es la esquina este de la parcela objeto del concurso. El punto de mayor accesibilidad e intensidad urbana. La escuela gradúa con su modo de implementación, el paso del exterior al interior, de un atrio público de doble altura se pasa a la continuidad de un hall de la misma altura, donde se visibilizan claramente los sistemas de circulación vertical que organizan los movimientos por los distintos pisos. Los niveles de la escuela determinan los programas destinados a nivel inicial, primario y para adultos, rematando en una terraza jardín que sirve de expansión y patio para los alumnos, a la vez de conferirles seguridad y control por parte de los docentes.

Se comprende a la escuela como un equipamiento que trasciende su función específica por lo que se la dota de flexibilidad suficiente para convertirse en una plataforma para actividades vecinales de diversa índole, festivas, culturales, religiosas, etc.

La torre
El ministerio de educación se estructura a partir de una tipología típica de torre de perímetro libre de oficina, con flexibilidad estructural para adaptarse en el tiempo a los cambios de disposición espacial que conllevan las transformaciones burocráticas en este tipo de instituciones.

También en este edificio la planta baja se abre franca al encuentro con la plaza, siendo este su punto de máxima transparencia visual. Del 2º al 9º y último piso, la fachada está conformada por un filtro de ladrillo cribado, que resuelve la apariencia exterior al tiempo que le confiere protección a la exposición solar del vidrio de sus carpinterías, evitando así el efecto invernadero, por lo que mejora su eficiencia energética y disminuye costos operativos. Entre la carpintería interior y la fachada de ladrillo, se organiza un corredor técnico para limpieza de vidrios y trabajos de mantenimiento sin necesidad de colgar un operario desde la azotea.

Proyecto de síntesis
Toda la disposición del conjunto se sustenta en ideas que exacerben la síntesis del proyecto a partir de priorizar la austeridad en su concepción material, la funcionalidad y versatilidad de sus tipologías en relación a los programas desarrollados y la poética simple y contundente de dos prismas de apariencia maciza o leve, según la incidencia de la luz en sus pieles cribadas de ladrillo, que cualifican una plaza pública abierta al Barrio. Se buscó un proyecto contemporáneo y perdurable en el tiempo, sin cargas metafóricas, que naciera de un dialogo franco con su contexto.