Ubicación: Córdoba, Argentina
Año: 2015
Autores: Arq. Cristián Nanzer, Arq. Iván Castañeda, Arq. Mariano Faraci, Arq. Cecilia Maccioni, Arq. Pedro Rapalo
MEMORIA DESCRIPTIVA
El Museo de Antropología perteneciente a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, viene desarrollando una actividad destacada por su calidad y reconocida públicamente. Tiene su sede central sobre la Avenida Hipólito Yrigoyen de nuestra ciudad, hoy convertida en un eje cultural de gran relevancia dentro del cual se destacan el Museo Caraffa, el ex Palacio Ferreyra y la ex sede del Buen Pastor, todos refaccionados recientemente. Se integra, así, funcionalmente al recorrido de actividades públicas vinculadas a la museología.
El Museo de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba, funciona en una casa de principios del siglo XX, considerada de valor patrimonial, la que ha sufrido algunas adaptaciones para adecuarse a la función de museo, pero aún así esta resultaba insuficiente y poco funcional para la actividad que aloja. A su vez el museo ha incrementado sus actividades y agrandado su colección expuesta y sus depósitos de restauración. Por tal razón, el rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba decidió anexar una casa contigua, de la misma época, pero sin valor histórico alguno para hacer un proyecto que le confiera espacio y funcionalidad al museo.
El proyecto contempla romper la escala doméstica de la casa original y conformar un atrio vertical de múltiple altura, que sirviese de espacio de referencia y distribuidor a las distintas salas de exposición, tanto de las salas pre existentes en la vieja casona como las nuevas salas que se decidieron integrar en el proyecto.
Se concibe un gran vacío con una escalera perimetral que asciende hacia los distintos espacios destinados a muestras.
En todo momento se intentó contrastar la ampliación proyectada de la casona existente, para lo cual se optó por una arquitectura de una materialidad descarnada con materiales rústicos, expresando una austeridad manifiesta: hormigón armado, revestimientos de chapa galvanizada, pisos de cemento alisado, etc, en contrapunto con los refinados revestimientos y terminaciones de la casona original.
En cuanto a la fachada del edificio, se optó por expresar de una manera didáctica, el proceso de ampliación del museo original, se dejó la fachada de la casa contigua la cual continúa en sus lineas horizontales de cornisa las de la vieja casona y por detrás emerge el volumen de la nueva arquitectura que por sobre el techo de ambas casas completa e integra en un solo edificio de escala institucional, la propuesta. Así el conjunto articula intervenciones sucesivas de distintas épocas, sin traicionar una voluntad contemporánea del nuevo proyecto.
Año: 2015
Autores: Arq. Cristián Nanzer, Arq. Iván Castañeda, Arq. Mariano Faraci, Arq. Cecilia Maccioni, Arq. Pedro Rapalo
MEMORIA DESCRIPTIVA
El Museo de Antropología perteneciente a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, viene desarrollando una actividad destacada por su calidad y reconocida públicamente. Tiene su sede central sobre la Avenida Hipólito Yrigoyen de nuestra ciudad, hoy convertida en un eje cultural de gran relevancia dentro del cual se destacan el Museo Caraffa, el ex Palacio Ferreyra y la ex sede del Buen Pastor, todos refaccionados recientemente. Se integra, así, funcionalmente al recorrido de actividades públicas vinculadas a la museología.
El Museo de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba, funciona en una casa de principios del siglo XX, considerada de valor patrimonial, la que ha sufrido algunas adaptaciones para adecuarse a la función de museo, pero aún así esta resultaba insuficiente y poco funcional para la actividad que aloja. A su vez el museo ha incrementado sus actividades y agrandado su colección expuesta y sus depósitos de restauración. Por tal razón, el rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba decidió anexar una casa contigua, de la misma época, pero sin valor histórico alguno para hacer un proyecto que le confiera espacio y funcionalidad al museo.
El proyecto contempla romper la escala doméstica de la casa original y conformar un atrio vertical de múltiple altura, que sirviese de espacio de referencia y distribuidor a las distintas salas de exposición, tanto de las salas pre existentes en la vieja casona como las nuevas salas que se decidieron integrar en el proyecto.
Se concibe un gran vacío con una escalera perimetral que asciende hacia los distintos espacios destinados a muestras.
En todo momento se intentó contrastar la ampliación proyectada de la casona existente, para lo cual se optó por una arquitectura de una materialidad descarnada con materiales rústicos, expresando una austeridad manifiesta: hormigón armado, revestimientos de chapa galvanizada, pisos de cemento alisado, etc, en contrapunto con los refinados revestimientos y terminaciones de la casona original.
En cuanto a la fachada del edificio, se optó por expresar de una manera didáctica, el proceso de ampliación del museo original, se dejó la fachada de la casa contigua la cual continúa en sus lineas horizontales de cornisa las de la vieja casona y por detrás emerge el volumen de la nueva arquitectura que por sobre el techo de ambas casas completa e integra en un solo edificio de escala institucional, la propuesta. Así el conjunto articula intervenciones sucesivas de distintas épocas, sin traicionar una voluntad contemporánea del nuevo proyecto.