Ubicación: Córdoba, Argentina
Año: 2010-2014
Autores: Arq. Cristián Nanzer, Arq. Iván Castañeda, Arq. Alejandro Cohen, Arq. Inés Saal, Arq. Juan Salassa, Arq. Santiago Tissot
Asesorías: Estructuras: Rosendo Dantas y María E. Ruata / Paisaje: Arq. Virginia Piñero / Acústica y Luminotecnia: Arq. Carlos Zoppi, CIAL / Colaboración en desarrollo de proyecto: Arq. Verónica Niedfeld
Construccion: Empresa constructora: AMG - REGAM. / Representante técnico: Daniel Gerard / Encargados de obra: Sebastián Rollino, Facundo Cazorla y Juan Ignacio Raimondi / Cálculo de estructuras: Carlos Larsson / Paisajismo: Ana Sala, Fabia Yazbek / Director de arquitectura: Andrés Caparroz
MEMORIA DESCRIPTIVA
Un monumento contemporáneo: un paisaje para el acontecimiento público. Hacer de un edificio un paisaje, tal fue el concepto que rigió la búsqueda en este proyecto, ante la demanda del concurso para la construcción de un Centro de Interpretación de la Provincia de Córdoba con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la República Argentina. El desafío fue incorporar un nuevo programa como el Archivo Histórico de la Provincia y un Auditorio sin alterar la esencia del proyecto.
Se buscó una propuesta de monumento contemporáneo y a la vez perdurable como un signo de esta época y sus nuevas demandas de claridad, sustentabilidad, capacidad comunicativa y economía de recursos. Más que construir un edificio se trató de construir un paisaje. Se articula así este espacio urbano con tres elementos básicos: Edificio escalinata (Pabellón), Faro (ícono de perspectiva lejana) y Rambla (con sus bifurcaciones y red de senderos). Un paisaje que propiciara el acontecimiento de la reunión pública, diversa y colectiva por sobre la idea tradicional del monumento narrativo-alegórico. Un paisaje del encuentro por sobre la idea autorreferencial del edificio-monumento.
La experiencia del paisaje no necesariamente ofrece puntos jerárquicos, se construye en tiempo real con el derrotero de los caminantes y ofrece múltiples posibilidades de organización de trayectos y de contactos. Expresa la geometría de lo múltiple, del flujo social en el espacio público. Por su particular emplazamiento en el Parque Sarmiento se trata de una intervención conectiva, de reconstitución de un todo más armónico y atemporal que supere las modas y las arquitecturas de períodos. La idea es reconstruir la memoria topográfica de las barrancas cordobesas y su paisaje austero. El único hito referencial es el faro de 102m de altura.
El sector destinado para alojar el nuevo edificio se encuentra en predios de la Provincia en medio del Parque Sarmiento, entre dos museos de la ciudad: el MEC-Museo de Arte Contemporáneo Emilio Caraffa (GGMPU Arquitectos + Mzarch), que se despliega en la esquina del Parque, abriéndose hacia Plaza España (proyecto del Arq. Miguel Ángel Roca) y el museo de Ciencias Naturales de la Provincia. El terreno en cuestión presenta un desnivel de 6.50m entre el acceso desde la calle Poeta Lugones y el nivel de la cota más alta del Parque.
Esta situación permitió concebir una placa de hormigón ondulado de 63m X 67 m, la que se despliega en un gesto líquido petrificado, la plaza captura el movimiento de un mar pétreo, congela en el aire su impulso para oficiar el encuentro entre la ciudad y su parque más antiguo, el Parque Sarmiento, de principios del Siglo XX, diseño del Arq. Carlos Thays.
Desde varios kilómetros, orienta a la distancia, señalando la existencia del CENTRO CULTURAL CÓRDOBA, la pieza referencial del FARO DEL BICENTENARIO, una columna de hormigón de planta elíptica que asciende helicoidal, rotando sobre su eje hasta casi 90mts de altura, completando la pieza un mástil que alcanza los 102mts totales. Debajo de la plaza se ubica el programa completo del encargo, la sala de exposiciones del Centro Cultural, el Auditorio y el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba, y núcleos técnicos y de servicio.
Toda la operación, consistió en reemplazar una cuña de volumen de tierra de la barranca natural por el edificio propuesto, de esta manera son, la plaza (el techo del edificio) y el Faro, los únicos dispositivos tectónicos que se erigen como piezas urbanas, instalación y paisaje. La placa transitable posee un hueco que comunica visualmente la superficie pública con un patio interior del edificio. En tres perímetros del proyecto se encuentran patios soterrados que confieren iluminación natural y sirven de áreas de expansión, servicio y estacionamientos. Estos patios se materializan con muros escalonados de gaviones que contienen en talud los empujes de la tierra socavada.
Toda la planta se organiza en módulos estructurales de 9x9m de luz, o múltiplos de este, lo que otorga la necesaria flexibilidad para la convivencia de los dos programas que el edificio aloja: el Archivo Histórico y el Centro Cultural Córdoba. El planteo estructural se completa con líneas perimetrales de columnas inclinadas en forma de “V” que trabajan como planos resistentes tanto para cargas gravitatorias como para esfuerzos sísmicos horizontales, así también un muro de carga curvo de hormigón define y separa el auditorio semienterrado de la sala de exposiciones del CCC.
Específicamente para el área del Archivo se dispuso de un prisma de hormigón de 9m de ancho x 41m de largo x 6.45m de alto , que a la manera de un cofre, se eleva 2.60m del nivel del acceso y también en su nivel superior queda protegido por la cubierta ondulante de la plaza que lo cubre sin tocarlo. El aislamiento de los archivos extrema los recaudos para su preservación.
El proyecto se sintetiza en un dispositivo topográfico que promueve el espacio público para el encuentro y el acontecimiento social masivo, residiendo en su espacio interior, como en una caverna, los programas institucionales demandados por la Provincia, de esa manera no se quiere competir con ninguno de los dos edificios colindantes y sí provocar un sistema de espacios urbanos conectivos que sirven de antesala peatonal del Parque Sarmiento, emergiendo como único ícono del conjunto el Faro del Bicentenario.
Año: 2010-2014
Autores: Arq. Cristián Nanzer, Arq. Iván Castañeda, Arq. Alejandro Cohen, Arq. Inés Saal, Arq. Juan Salassa, Arq. Santiago Tissot
Asesorías: Estructuras: Rosendo Dantas y María E. Ruata / Paisaje: Arq. Virginia Piñero / Acústica y Luminotecnia: Arq. Carlos Zoppi, CIAL / Colaboración en desarrollo de proyecto: Arq. Verónica Niedfeld
Construccion: Empresa constructora: AMG - REGAM. / Representante técnico: Daniel Gerard / Encargados de obra: Sebastián Rollino, Facundo Cazorla y Juan Ignacio Raimondi / Cálculo de estructuras: Carlos Larsson / Paisajismo: Ana Sala, Fabia Yazbek / Director de arquitectura: Andrés Caparroz
MEMORIA DESCRIPTIVA
Un monumento contemporáneo: un paisaje para el acontecimiento público. Hacer de un edificio un paisaje, tal fue el concepto que rigió la búsqueda en este proyecto, ante la demanda del concurso para la construcción de un Centro de Interpretación de la Provincia de Córdoba con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la República Argentina. El desafío fue incorporar un nuevo programa como el Archivo Histórico de la Provincia y un Auditorio sin alterar la esencia del proyecto.
Se buscó una propuesta de monumento contemporáneo y a la vez perdurable como un signo de esta época y sus nuevas demandas de claridad, sustentabilidad, capacidad comunicativa y economía de recursos. Más que construir un edificio se trató de construir un paisaje. Se articula así este espacio urbano con tres elementos básicos: Edificio escalinata (Pabellón), Faro (ícono de perspectiva lejana) y Rambla (con sus bifurcaciones y red de senderos). Un paisaje que propiciara el acontecimiento de la reunión pública, diversa y colectiva por sobre la idea tradicional del monumento narrativo-alegórico. Un paisaje del encuentro por sobre la idea autorreferencial del edificio-monumento.
La experiencia del paisaje no necesariamente ofrece puntos jerárquicos, se construye en tiempo real con el derrotero de los caminantes y ofrece múltiples posibilidades de organización de trayectos y de contactos. Expresa la geometría de lo múltiple, del flujo social en el espacio público. Por su particular emplazamiento en el Parque Sarmiento se trata de una intervención conectiva, de reconstitución de un todo más armónico y atemporal que supere las modas y las arquitecturas de períodos. La idea es reconstruir la memoria topográfica de las barrancas cordobesas y su paisaje austero. El único hito referencial es el faro de 102m de altura.
El sector destinado para alojar el nuevo edificio se encuentra en predios de la Provincia en medio del Parque Sarmiento, entre dos museos de la ciudad: el MEC-Museo de Arte Contemporáneo Emilio Caraffa (GGMPU Arquitectos + Mzarch), que se despliega en la esquina del Parque, abriéndose hacia Plaza España (proyecto del Arq. Miguel Ángel Roca) y el museo de Ciencias Naturales de la Provincia. El terreno en cuestión presenta un desnivel de 6.50m entre el acceso desde la calle Poeta Lugones y el nivel de la cota más alta del Parque.
Esta situación permitió concebir una placa de hormigón ondulado de 63m X 67 m, la que se despliega en un gesto líquido petrificado, la plaza captura el movimiento de un mar pétreo, congela en el aire su impulso para oficiar el encuentro entre la ciudad y su parque más antiguo, el Parque Sarmiento, de principios del Siglo XX, diseño del Arq. Carlos Thays.
Desde varios kilómetros, orienta a la distancia, señalando la existencia del CENTRO CULTURAL CÓRDOBA, la pieza referencial del FARO DEL BICENTENARIO, una columna de hormigón de planta elíptica que asciende helicoidal, rotando sobre su eje hasta casi 90mts de altura, completando la pieza un mástil que alcanza los 102mts totales. Debajo de la plaza se ubica el programa completo del encargo, la sala de exposiciones del Centro Cultural, el Auditorio y el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba, y núcleos técnicos y de servicio.
Toda la operación, consistió en reemplazar una cuña de volumen de tierra de la barranca natural por el edificio propuesto, de esta manera son, la plaza (el techo del edificio) y el Faro, los únicos dispositivos tectónicos que se erigen como piezas urbanas, instalación y paisaje. La placa transitable posee un hueco que comunica visualmente la superficie pública con un patio interior del edificio. En tres perímetros del proyecto se encuentran patios soterrados que confieren iluminación natural y sirven de áreas de expansión, servicio y estacionamientos. Estos patios se materializan con muros escalonados de gaviones que contienen en talud los empujes de la tierra socavada.
Toda la planta se organiza en módulos estructurales de 9x9m de luz, o múltiplos de este, lo que otorga la necesaria flexibilidad para la convivencia de los dos programas que el edificio aloja: el Archivo Histórico y el Centro Cultural Córdoba. El planteo estructural se completa con líneas perimetrales de columnas inclinadas en forma de “V” que trabajan como planos resistentes tanto para cargas gravitatorias como para esfuerzos sísmicos horizontales, así también un muro de carga curvo de hormigón define y separa el auditorio semienterrado de la sala de exposiciones del CCC.
Específicamente para el área del Archivo se dispuso de un prisma de hormigón de 9m de ancho x 41m de largo x 6.45m de alto , que a la manera de un cofre, se eleva 2.60m del nivel del acceso y también en su nivel superior queda protegido por la cubierta ondulante de la plaza que lo cubre sin tocarlo. El aislamiento de los archivos extrema los recaudos para su preservación.
El proyecto se sintetiza en un dispositivo topográfico que promueve el espacio público para el encuentro y el acontecimiento social masivo, residiendo en su espacio interior, como en una caverna, los programas institucionales demandados por la Provincia, de esa manera no se quiere competir con ninguno de los dos edificios colindantes y sí provocar un sistema de espacios urbanos conectivos que sirven de antesala peatonal del Parque Sarmiento, emergiendo como único ícono del conjunto el Faro del Bicentenario.